¿Qué es la ansiedad?
Mucho se habla de la ansiedad y, cómo suele pasar en estos casos, tanta información sin organizar resulta bastante confusa. Por ello he pensado poner claro sobre oscuro, acercándote conceptos claros de ansiedad y cuándo es necesario pedir ayuda.
La ansiedad es un mecanismo adaptativo natural que nos permite ponernos alerta ante sucesos comprometidos. Es una reacción normal ante situaciones de peligro o amenaza que nos proporciona un componente adecuado de precaución en situaciones peligrosas. Es probablemente la emoción más fundamental. Una ansiedad moderada puede ayudarnos a mantenernos concentrados al afrontar retos.
La cuestión se presenta cuando la ansiedad es desproporcionada con la situación o incluso se presenta en ausencia de cualquier peligro ostensible dando lugar a una respuesta excesiva y fuera de control pudiendo generar pavor hacia situaciones cotidianas. Los estados de ansiedad varían según su intensidad, desde la inquietud ligera hasta el terror y el pánico. La duración de estas sensaciones es también variable, pudiendo oscilar entre el nerviosismo de un instante y la angustia permanente.
El sujeto se siente paralizado con un sentimiento de indefensión produciéndose un deterioro del funcionamiento psicosocial y fisiológico. Cuando la ansiedad se presenta en momentos inadecuados o es tan intensa y duradera que interfiere con las actividades normales de la persona, es considerada trastorno.
¿Cuándo la ansiedad se vuelve preocupante?
La ansiedad se vuelve preocupante cuando no se adapta a las circunstancias que vive una persona, cuando su frecuencia es alta o cuando es demasiado intensa. Permíteme que te lo explique con algunos ejemplos:
Cuando no está adaptada a las circunstancias
La ansiedad es inadaptada cuando aparece de manera desproporcionada, es decir sin un motivo objetivamente válido. Por ejemplo, una angustia mayor ante la presencia de una araña que puede dar lugar, incluso, a una huida. Lógicamente, las fobias forman parte de este tipo de ansiedad.
Cuando se vuelve permanente o es demasiado frecuente
Si la ansiedad es muy recurrente o casi permanente es una señal de alarma incluso si es leve ya que puede tratarse de un trastorno de ansiedad generalizada.
Cuando es demasiado intensa
Si la intensidad es desproporcionada con respecto al peligro real, se habla de una Fobia en cambio cuando la intensidad se manifiesta por crisis de angustia, se habla de ataque de pánico. Otras veces la intensidad es muy dolorosa, y conlleva una parálisis o inhibición de la persona que deja de reaccionar a situaciones.
Causas de la ansiedad
En el artículo anterior hemos aclarado el concepto de ansiedad. En este escrito voy a exponer las causas de la ansiedad además de los síntomas físicos y psíquicos que suelen caracterizarla.
Crees que puedes padecer ansiedad? Continúa leyendo para descubrir herramientas con las que podrías salir de dudas.
En referencia a las causas de la ansiedad son cuatro las más frecuentes:
- Causas genéticas: la ansiedad puede heredarse a través de los genes. Sin embargo, según la Sociedad Española de Psiquiatría (S.E.P.), incluso alguien que no es ansioso por naturaleza puede experimentar este sentimiento de temor ante una situación de tensión.
- Causas circunstanciales: hechos traumáticos en las que tu vida o la de tus seres queridos pudiera haber corrido peligro, tales como un accidente de tráfico, un atentado o un incendio podrían provocar ansiedad; e y esta podría desaparecer al concluir el hecho o permanecer por un período indefinido de tiempo, incluso años. Es lo que se conoce como trastorno de estrés postraumático.
- Consumo de drogas: Las anfetaminas, el éxtasis o el LSD son algunas de las sustancias que pueden causar ansiedad. La cafeína o la teína también pueden producirla en algunas personas.
- Experiencias vitales significativas: sin llegar a ser traumáticos, cambios vitales como un embarazo, un divorcio, alteraciones en el ámbito laboral (un despido, un ascenso, etcétera), rendir un examen u oposición pueden desencadenar un proceso de ansiedad.
Síntomas de la ansiedad
La ansiedad se manifiesta a nivel emocional y físico, los síntomas son múltiples y pueden generar confusión e incluso incrementar el malestar en la persona con ansiedad. ¿Me explico? Algunas personas, al experimentar un ataque de pánico están convencidas de sufrir un ataque al corazón, considera su vida en peligro con evidentes signos de gravedad lo que da lugar a una circularidad en la que la ansiedad crece. A continuación te comento algunos de los síntomas que aparecen con más frecuencia en consulta:
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Síntomas psíquicos de la ansiedad:
Preocupación excesiva acerca de la salud, el dinero, la familia, el trabajo, la escuela, aunque no haya signos de problema
Expectativas irracionales
Cansancio psíquico, hiperreflexión
Irritabilidad
Insomnio
Dificultad para concentrarse
Olvidos
Inestabilidad emocional
Llanto aparentemente inmotivado
Fobias
Cambios en los hábitos de sueño
Síntomas físicos de la ansiedad:
- Pulsaciones elevadas suspiros, respiración profunda, dolor en el pecho, etc.
- Sudoración excesiva, cambios de temperatura en el cuerpo
- Tensión muscular
- Temblores
- Mareos, vértigo, pérdida de la estabilidad
- Desmayos
- Exceso o falta de apetito, diarrea, sensación de plenitud estomacal, languidez, aumento o pérdida de peso abruptos.
- Fatiga
- ¿Crees que puedes presentar un cuadro ansiedad? Accede en forma gratuita a la Escala de Ansiedad y Depresión de Goldberg y la Escala de Hamilton para la Ansiedad que son las escalas más utilizadas. http://rehabilitacioncardiaca.org/files/Puntuaci_n_de_Hamilton.pdf http://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/rehabilitacion/goldberg-depresion.pdf
- Son escalas, altamente probadas en cuyos resultados confío aunque por sí mismas no son suficientes para el diagnóstico de ansiedad. Si tras su aplicación, el resultado ha puesto en manifiesto un elevado índice de ansiedad o te ha generado malestar o dudas, ponte en contacto conmigo que con gusto atenderé tu necesidad.
- La ansiedad puede tomar distintas formas, en el siguiente artículo desarrollo, de forma clara y concisa, los diferentes trastornos de ansiedad.
Diferentes trastornos de ansiedad
La ansiedad puede manifestarse de muchas maneras, puede tomar forma de fobia, de obsesiones o de cualquiera de los trastornos que a continuación he desarrollado de una forma clara y concisa para su mayor comprensión.
Trastorno de ansiedad generalizada:
Muchos de nosotros sentimos ansiedad o preocupación cada cierto tiempo, especialmente ante situaciones estresantes como una entrevista de trabajo, o hablar en público… Este tipo de ansiedad puede hacerte estar alerta, ayudándote a ser más productivo y a realizar el trabajo de manera más eficiente.
Las personas que sufren un trastorno de ansiedad generalizada sienten ansiedad y preocupación la mayor parte del tiempo. Son preocupaciones intensas e irracionales que interfieren significativamente en la vida cotidiana ya sea en el trabajo, la familia, los amigos o la escuela. Se trata de una tensión crónica que puede ser diagnosticada como tal cuando tienen una duración mínima de seis meses.
Trastorno de pánico o ataque de angustia:
Se trata de una ansiedad aguda y extrema en la que, frecuentemente, la persona que la padece experimente sensaciones de muerte o la posibilidad de quedarse sin aire. De hecho, la sensación puede ser tan intensa que requiera hospitalización. Estos ataques repentinos de miedo intenso no tienen una causa directa, son crisis recurrentes de angustia que surgen espontáneamente.
El ataque de pánico se caracteriza por:
- La presencia de ataques de pánico recurrentes e inesperados
- Preocupación por su recurrencia, al menos durante un mes.
- Malestar en torno a las consecuencias de un ataque de pánico como pensar que el ataque de pánico es un signo de un problema médico no diagnosticado incluso cuando los resultados de analíticas y pruebas son negativos.
- Cambios significativos en el comportamiento como evitar el ejercicio físico ya que aumenta la frecuencia cardíaca.
- Experimentan sensaciones de muerte o la posibilidad de quedarse sin aire, que puede causar tanto problemas psicológicos como físicos. De hecho, la sensación puede ser tan intensa que requiera hospitalización.
Quienes sufren ataques de pánico pueden desarrollar angustia a experimentar el próximo ataque, a esto se le denomina ansiedad anticipatoria. Los ataques de pánico alcanzan su pico a los 10 minutos y suelen durar hasta media hora, haciendo que la persona sienta cansada o agotada. Pueden ocurrir varias veces al día o sólo una vez cada pocos años.
Trastorno fóbico:
La fobia tiene como rasgo esencial la presencia de un temor irracional y persistente ante un objeto, actividad o situación específicos con la consecuente evitación del objeto temido. Por ejemplo, el miedo a los espacios abiertos o a las multitudes. La persona que sufre un trastorno fóbico hace todo lo posible por evitar ese estímulo que le provoca ansiedad, y esta conducta evitativa puede llegar a interferir en el funcionamiento normal de su vida diaria.
Las fobias específicas son muchas, algunas de ellas muy extrañas como la coulrofobia o miedo a los payasos, la filofobia miedo a enamorarse, la amaxofobia miedo a conducir, otras en cambio son más comunes como la agorafobia o la fobia social.
Trastorno obsesivo-compulsivo:
Como lo he comentado anteriormente, los pensamientos ansiosos pueden influenciar nuestro comportamiento en forma positiva. Si por ejemplo, piensas que te puedes haber dejado la cocina encendida puede hacer que vayas a comprobarlo. Sin embargo, si estos pensamientos son recurrentes puede llevar a un individuo a llevar a cabo comportamientos poco saludables. Esto es lo que sucede en el trastorno obsesivo compulsivo.
Los pacientes con trastorno obsesivo compulsivo manifiestan pensamientos o acciones no voluntarios que no puede dejar de pensar o hacer incluso reconociendo su carácter absurdo. Estos pensamientos dan lugar a obsesiones, y provocan que la persona realice ciertos rituales, acciones o compulsiones, para reducir el malestar como lavarse la manos, comprobar repetidamente que la puerta está cerrada, contar, organizar repetidamente las cosas, etcétera. Estos rituales muchas veces se apoderan de la vida del individuo entorpeciendo actividades cotidianas y limitando su vida social.
Trastorno por estrés post-traumático:
Tras la vivencia de una experiencia traumática como una guerra, una violación, un ataque terrorista, etc. una persona puede desarrollar el trastorno por estrés postraumático. Se trata de secuelas psicológicas desagradables en forma de recuerdos persistentes del suceso traumático y se manifiesta como un estado de hipervigilancia con reducción general de interés por los sucesos cotidianos. Otros síntomas que pueden presentarse con pesadillas, sentimientos de ira, irritabilidad o fatiga emocional, desapego hacia los demás, etcétera.
Como puedes ver, son muchas las formas en las que se manifiesta la ansiedad, afortunadamente todos ellos son susceptibles de un abordaje o tratamiento. No postergues buscar ayuda, el tiempo no suele jugar a favor cuando de ansiedad se trata, al contrario, muchos cuadros tienden a ser más complejos y los síntomas pueden incrementarse al punto de limitar tus relaciones y tus actividades.