TALLER DE INTELIGENCIA EMOCIONAL A TRAVES DE CUENTOS
Por largo tiempo se ha asociado el éxito a la inteligencia cognoscitiva, pero en los últimos años se sabe que dicha inteligencia no se correlaciona con resultados positivos académicos y menos aún con la felicidad. Para poder lograr dichos resultados es necesario un desarrollo emocional adecuado.
La inteligencia emocional consiste en disponer de habilidades que posibilitan reconocer nuestras emociones y gestionarlas adecuadamente. Y también reconocer las emociones de los demás. La educación emocional incrementa la percepción de control sobre aquello que ocurre, lo que es fundamental para un adecuado desarrollo de la autoestima. El compartir emociones con los demás es fundamental para el desarrollo social. Las personas con una adecuada tolerancia a la frustración mantienen unas relaciones sociales más satisfactorias.
Por lo tanto, dar educación emocional a un niño, es enseñarle a enfrentarse a los problemas que se presentan a la largo de su vida de una manera adecuada. Los beneficios no serán solo en la infancia sino también en la vida adulta.
Una persona con inteligencia emocional tiene confianza en sus propias capacidades y mantiene relaciones satisfactorias con los demás, siempre comunicando adecuadamente lo que piensa y siente a la vez que tienen en cuanta las emociones y sentimientos de los otros. Tiene una autoestima alta, se siente motivado a afrontar desafíos y tiene recursos suficientes para solucionar conflictos.
EL TALLER
El taller va dirigido a niños de 4 a 8 años, especialmente teniendo en cuenta la plasticidad cerebral de los primeros años de vida que posibilitan el enriquecimiento y desarrollo cognitivo y afectivo. A través de cuentos especialmente seleccionados los peques aprenden a reconocer sus emociones y adquieren herramientas de autorregulación emocional que posibilitan una mejor gestión emocional. También adquieren herramientas para incrementar su atención y concentración.
Se trata de un taller grupal de 5 meses de duración con reuniones de 50 minutos de frecuencia semanal.